“LXXXVII. Salón Nacional de Artes Plásticas
“LXXV. Salón Anual de Santa Fe
“LXXXVIII. Salón Nacional de Artes Plásticas” 1999,
Galería virtual, exposiciones, salones, encuentros y actividad docente. La escultura del siglo XX: escultores,obras, manifiestos, textos.
“LXXXVII. Salón Nacional de Artes Plásticas
“LXXV. Salón Anual de Santa Fe
“LXXXVIII. Salón Nacional de Artes Plásticas” 1999,
En esta galería virtual podrán ver mis esculturas, parte del camino que he transitado dentro del arte y la docencia.
Muestro en imágenes parte del proceso de realización de una obra, además de bibliografía, textos, manifiestos que he considerado fundamentales en mi formación.
En esta galería virtual rindo homenaje a colegas y amigos que han estado presentes en este transitado camino del arte.
"Los misterios del cosmos, lo infinito, lo sagrado, señales, signos y símbolos que vienen de las ancestrales culturas Americanas son disparadores, para realizar una obra que traduzca mi sentir y pensar. Formas a las que trato de "desmaterializar" y otorgarles un carácter más espiritual. Esa es en el fondo mi aspiración".
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“Comenzaré mostrando con cuanta dificultad el arte escultórico estableció su independencia - su independencia física como un arte separado de su encastre arquitectónico, y su independencia estética como un arte con sus propios principios creativos, sus propios standards de apreciación”.
“…de un proceso que bien puede ser descrito por el término biológico de “fisión”, ya que en un principio no coexistían ni la arquitectura y ni la escultura como artes separadas, sino una integral que podríamos llamar el monumento.
Ambas, pueden ser consideradas como evolucionando de una unidad originaria y de ninguna manera es posible describir esta, como esencialmente arquitectónica o esencialmente escultórica.
Independientemente del monumento hubo desde comienzo otra forma de arte que gradualmente habría de fundirse con la escultura, pero que tuvo un origen y uso muy diferentes y nunca se confundió con el monumento. Estoy hablando del amuleto, un pequeño talismán portado por el individuo como protección contra el mal, o como garantía de fertilidad. Podemos concluir, después de revisar toda la evidencia disponible, que viene al caso mantener al monumento y al amuleto en categorías estéticas separadas, pero el arte específico de la escultura cobra existencia en algún lugar entre estos dos extremos - como método de crear un objeto con la independencia del amuleto y el efecto del monumento.” Herbert Read.
Las tres características específicas de la escultura son: volumen, el espacio que ocupa
-tres dimensiones- y que se percibe a través de la forma; las sensaciones táctiles o “hápticas”, calidad del material, textura, temperatura, etc. y la masa, el peso del objeto en relación al volumen.
Para Read esta sensación táctil debe efectuar una triple operación integradas en un solo acto: la sensación de la calidad táctil de las superficies, la sensación de volumen sólo en relación con el espacio que dicho volumen ocupa y la sensación de masa, íntimamente relacionada con el peso del objeto escultórico.
“Debo comenzar diciendo que lo monumental no es precisamente lo grande. Para designar a una obra enorme es correcto utilizar el término ‘colosal.
Algunas veces lo monumental también es colosal, pero una obra de pequeño tamaño puede estar concebida monumentalmente. De igual manera hay obras artísticas enormes que no son monumentales.
¿Cómo se entiende esto? Pues, porque este concepto parte de la idea de una singular distribución de los volúmenes en el espacio, de la síntesis y amplitud de planos y formas en función de un todo”. Cesar Sondereguer, “El monumentalismo de amerindia”.
1893-97. Rodin, “Monumento a Balzac”.
1893. Rosso, “Conversazione in Giardino”.
Constituyen la primera desviación decisiva frente a las limitaciones clásicas. El ideal no es ya de “belleza”, sino de “vitalidad”.
1909-10. Picasso, “Cabeza de mujer”.
Un traslado de la dinámica del cubismo a la forma tridimensional.
1912. Boccioni, “Desarrollo de una botella en el espacio”.
1913.Archipenko, “Combate de boxeo”.
El objeto se convierte en una excusa para la representación del movimiento en el espacio.
1919. Brancusi, “Ave en el espacio”.
Concepto (vuelo) y forma vital (ave) perfectamente fusionados.
1928. Lipchitz, “Desnudo reclinado con guitarra”.
1929. Moore, “Figura reclinada”
El símbolo reemplaza al concepto: forma arquetípica.
1930-31. Picasso, “Construcción” (cabeza), en hierro forjado.
El primer tótem: la representación de fuerzas vitales en iconos mágicos.
1933. Calder, “Móvil”.
Introducción del movimiento real en escultura.
1937-38. Gabo, “Construcciones en el espacio”.
Desmaterialización de la sustancia: el espacio mismo.
1948-49. Giacometti, “Plaza mayor”.
Evocación del misterio de la distancia.
1952. Richier, “El murciélago”, etc.
Evocación de lo siniestro, exploró los procesos de “descomposición”.
1955-56. Moore, ”Cruz de Glenklin”.
El vitalismo de Moore queda identificado con las fuerzas primigenias y arquetípicas.
1962. Paolozzi, “Ídolo hermafrodita”.
El tótem, todavía vital, de la mecanización.
“Cabe hacerse una devastadora pregunta: ¿en que medida el arte continua siendo, en cualquier sentido tradicional (o semántico) escultura? Desde su nacimiento en tiempos prehistóricos, a través de las edades y hasta hace relativamente poco tiempo, la escultura fue concebida como un arte de forma sólida, de masa, y sus virtudes estaban relacionadas con la ocupación espacial.
Rodin fue alabado porque devolvió al arte sus virtudes características y, como hemos visto, los seguidores de Rodin, Maillol, Matisse, Bourdelle, Lehmbruck, Brancusi, Laurens, Arp y hasta Moore, han sido y son todavía escultores en ese sentido tradicional.
¿Qué se ha ganado y qué se ha perdido con esta transición a una escultura lineal?
Debe decirse que se ha perdido virtualmente todo lo que ha caracterizado al arte de la escultura en el pasado. Esta nueva escultura, esencialmente abierta en la forma, dinámica en la intención, trata de disfrazar su masa y ponderabilidad. No es coherente, sino fluyente: un garabato en el aire. Lejos de buscar un punto de apoyo y estabilidad en un plano horizontal, levanta el vuelo y busca un movimiento ideal en el espacio. Lejos de ajustarse al ideal contenido, es esencialmente articulada y se dirige al espectador con agresivas picas. Puede presentar a veces una superficie pulida, pero sólo para realzar la aspereza predominante. Además, para eludir cualquier sugestión de maestría intencional, recurrirá a la chatarra y al empleo de martillos y compresores mecánicos de corrales de demolición para prensar esos materiales y hechos en conglomerados irregulares (Chamberlain, Cesar)”.
Herbert Read.
La plástica del siglo XX fue evolucionado hacia un arte como reflexión sobre el arte mismo.
Comenzando con Duchamp y su “Fontana” (1917), un objeto “pre-hecho” (ready made), un mingitorio llevado a la categoría de “objeto artístico”, sin aceptar una jerarquía de valores, sustrayéndolo de su medio y de su función doméstica o social, obligando a una reflexión sobre el acto creativo mismo. Haciéndose evidente como concepto se convierte así en protagonista del hecho plástico o creativo.
El conceptualismo es una filosofía estética, que pone a la idea en el centro de interés de la obra, donde la técnica y los materiales interesan en la medida en que permiten viabilizar o concretar el concepto que expresa la creación plástica.
El arte conceptual consiste en una reflexión sobre la acción artística en sí, sobre la misma creación plástica, trabajando sobre los conceptos creativos puros, los que pueden ser de diversa naturaleza, espaciales, espacio-temporales, numéricos, lógicos, semánticos, etc.
Dentro del “arte conceptual” esta el denominado “conceptualista”, que es aquel en que si bien predomina el concepto plástico de la obra, esa connotación conceptual no va en desmedro de lo formal y la obra puede ser de tipo: “minimalista”, “procesal”, “hiperrealista”, etc. En cambio el “arte conceptual” propiamente dicho no obedece a otras corrientes de expresión plástica y su propuesta es exclusivamente de carácter conceptual y a pesar de que evoluciona y se actualiza su planteo es siempre valorizar la idea, pensamiento, antes que la forma y procedimientos técnicos.
“Artística es toda obra plástica en la cual hay o podamos leer pensamiento”.
El “minimal” se inicia hacia los años 60 y plantea la espacialización, utilizado mínimos elementos plásticos no expresivos, solo como determinante del espacio o sea que su esencia escultórica puede caracterizarse como abstracta y espacial, casi siempre geométrica y vacía (“llenar espacio”). El minimalismo eliminaba los pedestales o apoyos para utilizar el piso y las paredes de salas de exposiciones, ya que era galerista y no público, salvo excepciones.
Las obras minimalistas consistían al comienzo en sencillos módulos, sin “gradientes” espaciales, ni jerarquización de los elementos plásticos utilizados, es decir que la distribución espacial no se hallaba pautada tradicionalmente con ritmos espacializadores, ni con variedad, lo que tornaba una obra monótona o repetitiva.
Lo estructural iba en desmedro de los valores formales tradicionales que valoran o se basan justamente en la valoración de la variedad.
También se utilizó el color, generalmente uno solo concordando con la distribución unitaria y arrítmica del espacio. “Nada de alusiones, nada de ilusiones”.
La escultura Kinética o cinética, aquella obra artística basada en la estética del movimiento, capaces de ir modificando su forma hasta parecer que tienen movimiento o tenerlo realmente. Quizá las obras más conocidas sean los móviles de Calder, que han sido copiadas e imitadas hasta la saciedad. Formados por diversas piezas suspendidas de hilos en equilibrio entre si, a las que cualquier ligero soplo de viento, hace que rompan su estado de equilibrio y ondulen suavemente.
Suelen aprovechar la energía del viento, o de la corriente de agua, para cambiar de forma, pero existen otras esculturas que toman la energía por otros medios como motores eléctricos.
Carpeta nº 24.
Pensar y dibujar lo siniestro.
La última “piedad” de Miguel Ángel es siniestra, no así las anteriores.
Puede haber obras siniestras en un artista no siendo él un siniestro.
En Goya la época negra es siniestra no así las otras.
Lo alineado con lo siniestro, ¡cuán cerca está…!
En Van Gogh su vida es por demás siniestra y sin embargo algunos cuadros no alcanzan.
Hay formas madres geométricas que se tornan siniestra, ¿por qué entonces siempre en la dualidad?
¿Lo dual no es siniestro?
¿Cómo el uno es siniestro?
La verdad de la fuerza es siniestra, no así la fuerza de la verdad.
Lo blanco y negro es siniestro, no así los colores.
La disolución y creación de nuevos metales es un hecho siniestro.
¡Qué cielo más negro, qué presagio de lo siniestro!
Vuelvo a ver la figura en bronce “La mujer”, ¡qué siniestra es!
En un momento hoy no he visto, ¡qué sentir siniestro!
Mirar muy lejos al igual que muy cerca es un mirar siniestro.
Oigo una voz, no es radio ni ninguna comunicación técnica, es la voz siniestra.
La materia no es siniestra, no así el espíritu.
Sesenta años de vida no es siniestro, no así la eternidad.
Siniestro; palabra no siniestra.
Un punto es siniestro, no así muchos puntos.
Siniestro es un punto que distancia, en relación a tiempo, a otro punto.
Movimiento continuo, pensamiento siniestro.
Movimiento fijo, pensamiento siniestro.
Julio 1968.